Ha pasado rápidamente el tiempo. Este viernes los chicos del taller de grabación y edición de audio digital, un proyecto que he desarrollado desde 2006 en distintos espacios y que desde 2008 comencé a impartir en la Fundación del Centro Histórico como parte de su Programa de Desarrollo Económico, realizaron sus prácticas de grabación de música tradicional; sin duda de las más complejas.

Cabe mencionar que en este curso no hubo ningún desertor en el taller; hablo en masculino pues desafortunadamente mis estudiantes son primordialmente hombres, y esta vez, no se inscribió de plano ni una mujer. El caso es que lo novedoso de las prácticas de este semestre es que el examen final es más complejo y finalmente refleja mi visión sobre la práctica del registro sonoro. Explico un poquito:

El trabajo final está dividido en cuatro partes:

1. Grabación y edición de radionovela (grabación colectiva, entrega de mezcla individual)
2. Grabación y edición de música tradicional (grabación por tríos: productor, operador y staff, y entrega de mezcla individual)
3. Grabación y edición de música de banda de rock (grabación por tríos, de partes instrumentales separadas y entrega de mezcla individual)
4. Grabación y edición de música de concierto (grabación stereo por tríos, y mezcla individual)

La multimicrofonía, la microfonía estereofónica pero sobre todo, la forma de preservar el balance de la ejecución en vivo (música tradicional) como el de la música grabada en distintas tomas, constituyen los elementos fundamentales de un taller que además de todo, está potenciado exclusivamente por llaves USB con GNU/Linux y herramientas de software libre; los chicos no necesitarán más software que ese para profesionalizarse.

Educación y software libre, en su máxima expresión, según creo. Seguiré compartiendo los cambios y detalles de este taller, que pronto cumplirá su primer lustro.