Además de probarnos con saña cuánto valora esta sociedad el imperio de lo trivial, y de promover el rostro ausente a mitad de un coito tipo vorágine, Paris también nos hizo un gran favor (y no me refiero a acostumbrarnos a la exposición recurrente de sus partes nobilísimas): dio buenas razones para que las disqueras temieran financiar falsas "divas" (honores guardados para las pioneras que acuñaron el término)...
Aborrezco el asunto de "todos los derechos reservados" porque reutilizo mi cultura para hacer música para cine mudo, porque hago código para computadoras desde los ochenta, y soy amante de los temas con variaciones en la música y el arte. La cultura es un proceso. Todo esto me ha enseñado que copiar, replicar, reusar, imitar y compartir es el sustento del arte, de la ciencia y mejor que eso: de la vida.
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