Algún día, textos anaĺíticos y "posts" menos complacientes serán tan comunes como el nuevo aparato para pintar las uñas, la maquinita para ver televisión en el auto o el dispensador de nano-condones.
Aprenderemos todos a disfrutar unos y otros sin extrañeza ni complejos de culpa, y entonces los intelectuales asalariados, estudiarán los blogs como la herramienta que dio inercia a los giros del planeta.
Bien, basta de profecías. Queda claro que en el oficio de profeta dejo mucho que desear.
Aborrezco el asunto de "todos los derechos reservados" porque reutilizo mi cultura para hacer música para cine mudo, porque hago código para computadoras desde los ochenta, y soy amante de los temas con variaciones en la música y el arte. La cultura es un proceso. Todo esto me ha enseñado que copiar, replicar, reusar, imitar y compartir es el sustento del arte, de la ciencia y mejor que eso: de la vida.
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