Crítico de arte, de todos los días: los que opinan y los otros.

A propósito de un asunto que detallo adelante, me tropecé con un proyecto de la galería Tate Liverpool , que en 2009 exhibió 4 piezas de arte y solicitó al cineasta Mike Figgis que documentara las opiniones de algunos asistentes en Liverpool.

En este video en particular, un grupo de adolescentes opinan sobre una pieza de Jeff Koons . Sus opiniones se vierten muy lejanas al proceso de creación en el siglo XX. Nada inusual en todas las comunidades que nos vengan a la mente, pero sí hay un patrón muy claro: hay chicos que, por los gestos de sus compañeros están ya tipificados. ¿No será que por mucho que conduzcamos a los chicos de un grupo a los espacios de la apreciación, están acostumbrados a ser los que “no pueden opinar sobre eso”?

Publico esto justo por algunas reflexiones que estoy necesitando en mi Taller de Audio Digital con Software Libre. Algunos estudiantes están convencidos del poder que tienen en sus orejas, en lo que escuchan, en lo que saben; pero a más de uno le he escuchado un “eso no es lo mío”, refiriéndose a algún proceso particular de apreciación. ¿Cómo resolvemos eso en un grupo?

No hay mucho tiempo para pensarlo. Hay que actuar. Aquí el vídeo:

Por cierto, hay bastante que aprenderle al montaje de Figgis, ¿no creen? Sigan el canal del Tate , tiene otras sorpresas.

Vía Open Culture

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Comentarios

Creo que es parte de los

Creo que es parte de los vicios o ideas estereotipadas que se han formado durante largo tiempo en torno a las expresiones artísticas. Desde siempre nos han dicho "para opinar de arte debes saber de arte, no sabes lo suficiente de esto, para ti esta el mainstream". Y en parte es cierto, pero eso también ha hecho que nos de miedo opinar sobre cosas "que no sabemos".