Conciertos en VIVO a través de Google+ : rompiendo la barrera

Hace un mes, Daria Musk, intérprete de pop neoyorquino con todas las imprecisiones del término, ofreció un concierto en línea que puso a pensar al equipo de Chee Chew, ingeniero y director en Google sobre los usos interesantes de la transmisión de conciertos en vivo, a través de la infraestructura de Google+.



Este no fue un proyecto nacido en California. Daria, artista independiente de Connecticut, recibió en julio 16 una invitación para Google+, y anunció por ese medio, un concierto desde su estudio a través del sistema de Hangouts. Los Hangouts tristemente traducidos como Quedadadas, son un servicio que puede albergar hasta diez personas viéndose y escuchándose simultáneamente a través de su navegador; propuesto como una forma espontánea de comunicación usando webcams, no es necesario ser sabio para adivinar que Hangouts era otra estocada en la gesta por el control de masas en las comunicaciones IP (aka Micro$ucks Skype).

Esa noche el pequeño concierto se volvió un fenómeno, la voz se corrió, y cientos de personas desfilaron como en carrousel por esos 9 asientos de primera fila, permitiendo que Daria pudiera ver los rostros de sus espectadores. No hay muchos detalles publicados, pero es verdad que el equipo de Google se enteró del fenómeno, y comenzó en ese momento, a adecuar el servicio de G+ para controlar esa rotación civilizada.

El 23 de julio sucedió un segundo concierto, esta vez, a manera de “streaming”, al que acudieron 9000 “cybervidentes”, y por supuesto, se conservó la rotación de los 9 lugares, para lo cual Daria tocó durante más de 7 horas, mirando 9 rostros distintos en cada vuelta… rostros de muchas partes del mundo.

El 20 de agosto, sucedió un tercer concierto. Y ahora, a través de http://hangoutparty.com/ está programado un show de bodypainting, un artista independiente más y otros eventos con el mismo formato.

Lo que me resulta más interesantes de este experimento es: que el artista puede ver a su público. Si bien parece algo más bien romántico, la dimensión de la interacción con el público; un público sintético de 9 espectadores, ha comenzado a quitarle el sinsentido escénico de una transmisión por Internet, ridículamente distante y objetual, para convertirlo en un espacio de interacción. ¿Una webcam y un micrófono son suficientes? Por supuesto que no. Son “más suficientes” que un Chat, pero eso es sólo, porque el lenguaje, escrito primero y luego corporal, construyen la experiencia del concierto. Lo demás… es pura representación. Aquí se rompió una barrera, y como con en el caso de Daria, el balón comienza en el lado de la sociedad y su manera de acceder a las artes escénicas… nuestros ingenieros (ojalá no más de Google) tendrán la responsabilidad.

Fuentes: Marketwire, Midem, Chee Chew en Google+ y Daria Musk en Twitter

ACTUALIZACIÓN: me llama también la atención que el fenómeno tuvo relativamente poca cobertura en medios; Daria no es un músico de gran corporativo, y las cifras no son grandes como para hacer escándalo. Es una lástima, la trascendencia no se trata de número… sino de cambios en la cultura del consumo para quienes sí están EN-LÍNEA.

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