Cilindros Edison y los miedos de la reproducción industrial.
Y así comenzó la historia... con un cilindro que le costó ingenio e investigación a Edison; noches de desvelo al lado de sus talentosos ayudantes.
Una era en la que quizás, las patentes cobraron algún sentido... sólo para perderlo en un abrir y cerrar de carteras corporativas.
Aquí la leyenda formidable en uno de los primeros cilindros de cera de Edison, buscando un contrato social con vendedores exclusivos involucrados, y prohibición de algunos derechos del usuario / escucha: no se vale copiar ni vender salvo a distribuidores autorizados.
He tenido la fortuna de tener varios cilindros en las manos, pero jamás había reparado en estas leyendas: el inicio de la historia de los medios privativos de transmisión de objetos culturales (bueno, aquí sólo naive y conmovedores).
Edison... promotor de la reproducción industrial, ya temía a la magnitud del fenómeno.
Vía Boing Boing.
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