Cervantino 2008. Bajando las luces de las varas.

Escribo en mis blogs esta vez, sobre mis sensaciones como Coordinador de Multimedios para el Festival Cervantino, al terminar la edición 2008:

Dejar Guanajuato todos los años es un proceso doloroso. La ciudad guarda recuerdos hermosos para mí pero también, a raíz del Cervantino, experiencias intensas y aleccionadoras. Trabajar en la organización del Festival más complejo de México por su magnitud y logística no es sencillo ni para las sensibilidades más guerreras.

Al parecer de muchos la edición 2008 del Festival costó mucho más que cualquier otra en el pasado. No sólo (quizás) a razón de los presupuestos pero sobre todo en el trabajo diario y las complicaciones de último minuto. Las cosas tuvieron que producirse en poco tiempo y siempre bajo presión. Pese a los percances lo resolvimos, aún cuando nuestros triunfos pasaron deapercibidos para la prensa y el público, y nuestros errores ocuparon marquesinas y titulares en los medios y la blogósfera mexicana. Eso no me entristece necesariamente, pero sí reubica cómo vivo y opero estas cosas.

Yo creo que debería existir una tribuna bien aforadita, desde donde los contados hinchas del equipo organizador del FIC (y de otros festivales) pudieran apreciar el esfuerzo de colaboradores que sortean con pericia los retos más demandantes de programacíon, producción y difusión.

Trabajo para el Festival más exclusivo de México (exclusivo para bien y para mal) y probablemente el del espíritu más encantador (no me importa cómo lo perciban los jóvenes que van a Guanajuato sin entrar a UN solo de los eventos; más importa lo debo hacer en los próximos 10 minutos para incorporar el Festival en el modus vivendi, cultura y hábitos de todos ellos y sobre todo de los que están por venir).

Cuanto vimos

El montaje más impresionante que se ha visto en el Auditorio del Estado de Guanajuato, Tirant lo Blanc, fue una delicia. No puedo ocultar mi preferencia por la Deutsches, Marta Carrasco, El cuarteto Casals, uno de los espectáculos de L'evantail, la Ah Kim Pech, y la suma de Jordi Saval y Tembembe en Valenciana, sin dejar pasar el ciclo de Música Contemporánea que Ana Lara facturó con mucho sentido.

BRAAAAAAAAAVO al comité organizador del FIC. ¡Lo logramos otra vez, y de qué forma! Mis más públicas felicitaciones por este medio.

2009

Percibo que este fue el último movimiento de una sinfonía intrínseca en la que estábamos tocando una gran obra. Tengo una sensación desconocida de que es principio de un nuevo OPUS, probablemente con un nuevo lenguaje y por seguro con hojas y hojas por llenar.

El año entrante, Quebec y Zacatecas son los invitados de honor. ¿Nombres que pasan por la mente? Sinfónica de Montreal, MUTEK, Ingrid Fliter... la prensa lo sabe y entre otros muchos, sus participaciones se confirmarán o descartarán pronto.

Me quedo con la imagen de los productores de dirección técnica, que dan siempre la indicación para el desmontaje; entonces se bajan las varas y se quitan las luces del teatro. Al momento de que bajan los últimos reflectores del Cervantino, los técnicos que arduamente trabajaron en los teatros durante 30 días se plagan de nostalgia y ansia de que el remolino vuelva a comenzar, los equipos de programación que corrieron por Guanajuato atendiendo artistas se detienen, nuestro equipo de difusión enclaustrado en la sala de prensa produciendo contenido a todo vapor, para; nuestra percepción del tiempo se descompone y casi con lágrimas en los ojos, nos emborrachamos y bailamos sin piedad mientras las luces se apagan y se enciende la vela de la espera que silenciosa, volverá a incendiarnos en octubre de 2009.

Epílogo

Cervantino, Ciudad de México y Guanajuato... los amo y los odio también. Y todo porque amo las artes, y detesto el lugar que ocupan en la sociedad que vivo. Los invito queridos lectores, a dedicar de algún modo sus minutos, a integrar la creacíon artística cada día, un poco más a sus vidas. ;-) Y a escarbar en la escencia del Festival Cervantino: las tablas.

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