No entiendo, en verdad, por qué mis gurúes han de partir mucho antes de lo previsto... ¡qué egoísmo el mío! Más bien, antes de lo que YO preveo...

El único momento en que recuerdo haber tecleado código ensamblador fue entre los 12 y 16 años. Copiaba y pegaba código de las revistas Ahoy! o de la también extinta Compute! Magazine en mi amada Commodore 64. Llegué a hacer un pequeño "Hello World" para el manejo de interrupciones en aquella máquina.

Ben Fry me hace recordar buenos tiempos, al publicar en su sitio la colección de imágenes Distellamap, donde imprime y colorea el código ensamblador (cuyos mnemónicos tienen siempre 3 caracteres y dos direcciones) de algunos juegos del antiguo Atari 2600, y traza curvas cada que hay un salto a una subrutina en el programa. Como bien dice Arcos en el ALT1040 donde tomo esta información: verdadero arte.

Esos juegos eran francamente, horribles versiones de los juegos electrónicos de las "maquinitas" de las papelerías y plazas de entretenimiento, diseñados para el padre orgulloso que sabía comprar el silencio y quietud de su hogar (función ahora usurpada por Nintendo, PlayStation, y Xbox). Yo jamás tuve un 2600, ya que, para robar el tiempo de estudio del piano y acrecentar la ira de mi paciente maestra, estaban mi fiel CoCo y mi querida C64.

Me gustaría publicar noticias en el sonoblog, noticias sobre el nacimiento de un compositor, un un cinefotógrafo. Sin embargo mis habilidades sangabrielescas están muy mermadas, y las muertes como siempre, nada anunciadas.

Falleció el compositor inglés Malcolm Arnold, dejando una obra numerosa y súmamente versatil en su cobertura y función: nueve sinfonías, música de cámara, música para escena y cine etc.

Vía BBC Mundo | Olganza.

Aquí algunos comentarios sobre el montaje y detalles muy técnicos sobre el diseño sonoro para esta exposición escultórica:

Bueno, principalmente del culpable de ellas: el escultor David Guzmán.

Después de todos los problemas posibles, la exposición terminó de montarse rayando las 7:00 de la noche del viernes, a una hora de la inauguración. Quisiéramos argüir que esto fue fríamente calculado, pero si lo hacemos no vamos a poder dormir en paz. La verdad es que terminamos a tiempo como resultado de ese "San Vlady", "San Siqueiros", "San Gerzso" o "San Revueltas" que vela por el bienestar de "nosotros los artistos [sic] mexicanos". Hace un rato me dijeron que es cuestión de nuestra experiencia, y yo creo que "puede ser"... pero por si acaso nunca desdeño los rezos devocionales de mis abuelas.