[Dedicado a mis amigos y amigas en Beirut, esta corresponsalía imaginaria.]

A decir del Daily Star, desperdigados y acosados por el miedo, cientos de refugiados se distribuyen en un éxodo paneuropeo de dolor inexorable. En medio de imágenes de heridos y personas aterrorizadas, marchan las hordas de extranjeros que pidieron salir de Líbano hacía sus países de origen.

El terror es insoportable. El conflicto armado vuelve a tocar el país. Nayla Moawad, ministra libanesa de asuntos sociales, ha dicho que el objetivo de Israel es traer el hambre a su país. "Necesitamos ayuda, pero sobre todo necesitamos la posibilidad de canalizar medicamentos y comida", dijo. Los menos, permanecen en las montañas al noreste guardando un refugio esperanzado.

Pero ¿qué hay de los libaneses? Muchos huyen. Otros no.

El recuerdo del sonido de las bombas es familiar para algunos. Otros tantos, los más pequeños, no lo conocieron. No recuerdan los momentos en los que un palestino tomaba por un instante su propio destino y, olvidando las bombas que caían en derredor, entraba a la cantina o asistía a las fiestas en el bar, en busca de consuelo y catarsis.

Los artistas (mal nombrados, "la cultura del país" por el Daily Star), redefinen y reinventan su lugar en una sociedad de huidas, abandonos y reencuentros.
De ira en las manos, en la boca, en los puños, en las piernas, en la entrepierna y el estómago.

Pero en medio del deber ser y el hacer, los estadistas jamás piensan en esos que marchan; en esos que lloran. No conocen el significado de la palabra TERROR.
Por qué Israel tiene tanta seguridad en sus pasos... ¿no sienten TERROR de una contraofensiva nutrida por Irán? Al sur de Líbano, sólo basta con hacer llamadas intercontinentales para acabar con el TERROR...

Es verdad que un régimen totalitario armado debe neutralizarse, pero el problema aparece cuando el orgullo de un estado - nación, cuenta más en un conflicto que representa el balance de fuerzas entre el mundo islamita y el universo de la "democracia", palabra que por cierto es para sus defensores más radicales, lo que son dos implantes de silicona para los pechos de una prostituta.

Mientras tanto, a lo lejos McCain, el senador y lider de opinión estadounidense (en un descuido próximo presidente), pide a las fuerzas israelitas "patear los traseros" de Hezbolla; Francia por su parte, tacha la ofensiva como excedida.

Mientras tanto, para un artista en Beirut, por ejemplo, o para quien huye... no hay escapatoria. Es su arte, su oficio o sus oraciones lo único que les queda para hacer frente a esa palabra letra por letra...TERROR. TERROR. TERROR.

CORAJE Y FUERZA gente de LÍBANO E ISRAEL, y una paca de mierda para sus estrategas y manejadores de paz.