"Material de Lectura". El algo así como regreso.
Como nunca mis ocupaciones diarias, que como sea me fascinan, me han distraído del piano, y al piano lo extraño tanto como a mi novia. Pasaron ya tres meses (alto, terminen la frase sin completarla sin querer) de mi última presentación pública y como todo artista escénico sabe, a uno le comienzan a salir llagas azules con motas verdes en la percepción.
Para tal efecto y en lo que la situación mejora, el sonoblog recomienda la lectura conspicua y enfermiza de cuanto llegue a las manos de uno, a saber, el periódico (en línea), el contenido nutrimental del envase de lo que uno se come en el desayuno, libros diversos que se cuelen en nuestros bolsos en lugares también diversos (librerías, casas ajenas, casas propias y casa ajenas y casas ajenas), poesía de otros y de otras, la leyenda frontal en la playera de la compañera del trabajo etc.
Durante mis años en la licenciatura y antes en la preparatoria, tengo un recuerdo delicioso de la colección de libros-folleto Material de Lectura, editada por la UNAM. Las publicaciones se ofertaban a precios de torta vecina de la facultad de "filos", e incluían selecciones literarias buenísimas de prácticamente todas la plumas y picos en la imaginación desmedida de sus editores; títulos monotemáticos entre T.S. Elliot y Bonifaz Nuño, o pellizcos de teatro más o menos contemporáneo; cosas de J. D. Argüelles si no me equivoco, o de plano ensayos que de plano nunca leí. Muchos de esos títulos básicamente servían para leerse rápido, saborearse y luego rolarse sin más pesar a otra persona, o, muy a mi manera, para perderse u olvidarse por ahí en cosa de medio día.
No hay mejor noticia cuando uno lee tanto en línea, que el hecho de que el Material de Lectura aparezca de repente en forma de libros electrónicos en su sitio oficial promovido por la UNAM, en donde acabo de dejar algunas lágrimas al descargar el PDF del hipnótico Dormir en Tierra de José Revueltas.
Según el Universal, el sitio electrónico fue presentado junto con otras tres iniciativas de la UNAM para la promoción de la literatura en medios digitales, a saber: periodicodepoesia.unam.mx, puntoenlinea.unam.mx y literatura.unam.mx, que si pudiera olvidar que tengo que leer algo antes de dormir, con gusto reseñaría.
El sonoblog se quita el sombrero charro ante los arrumacos para-neo-vasconcelistas (quizás es demasiado decirlo así) de Sealtiel Alatriste frente a Literatura UNAM, Alejandro Pisanty y sus geeks del lado de los técnicos y Gerardo Estrada como politiquero que recibimos recientemente, hasta eso con gusto en el lado de los rudos, así como frente a todos los responsables de la iniciativa.
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