Guillermo Prieto. Preguntas sobre la figura del creador en la construcción de lo gobernable.

Publiqué en FOMECU:

[A propósito de la presentación el día de ayer del libro Repertorio. Guillermo Prieto. Homenaje en el centenario de su muerte. Vale la pena hacer una una instantánea reflexión sobre su figura en materia de políticas culturales, creadores y gobierno. La publicación, editada por CONACULTA, es fuente indispensable para la comprensión del poeta y estadista.]

El personaje de Prieto (1818-1897) transitó entre el periodismo teatral y la crítica de la segunda mitad del siglo XIX, despuntó en el universo de la poesía mexicana al lado de Díaz Mirón entre otros, y se perfiló hacia el ejercicio de los cargos públicos en la cambiante estructura de gobierno entre Juárez y Porfirio Díaz.

Su posición política en apariencia más trascendente, fue como ministro de Hacienda durante el mandato de Juárez . En el resto se desempeñó como hombre de confianza para gobernantes y políticos, y como ministro de Relaciones Exteriores durante el gobierno interinto de José María Iglesias, cuando este último desconoció a Sebastián Lerdo de Tejada.

¿Dónde cobra importancia histórica la figura de Prieto en materia de gobierno y creadores? Me parece que, en su presencia como autor y periodista, y su rol, quizás, como político libertario; un espacio de reconocimiento para el literato que le valió el respeto frente a los distintos gobiernos de la escena liberal decimonónica.

Y es que, antes que otra facultad, su obra lo colocó como uno de los poetas más respetados y vitoreados en México. El peso de su figura le ganó un lugar en esa ala de políticos que buscaban redefinir las estructuras de gobierno.

A la distanica histórica, reflexionamos sobre cuántas fórmulas de gobierno en los últimos 20 años (por escoger alguna cifra que permita el análisis posterior a la hegemonía del partido que gobernó durante décadas), han apelado a la figura del autor / artista dentro de un gabinete; en una era en la que ya son necesarios "secretarios de cultura".

¿Tienen un papel y perfil los artistas en la construcción de lo gobernable? ¿Por qué las fórmulas y partidos triunfadores no han incluído demasiado a profesionales de la creación?

Con cierto riesgo, puedo decir que el último pensador y artista con la trascendencia de Prieto en su labor ensayística pero sobre todo literaria / artística en mínima conexión con un gobierno contemporáneo, ha sido Octavio Paz en los últimos años del gobiernos PRIista.

¿Dónde están ahora los creadores? ¿Qué papel juega el artista en la toma de decisiones y la construcción de un marco de gobierno? ¿Hay espacios para la postura artistística y la defensa de la creación en los gobiernos contemporáneos?

Con la revisión del personaje de Guillermo Prieto y otros creadores del siglo XIX, encuentro que dejar que el tiempo responda estas preguntas, no es el camino a seguir. ¬

NOTA: Puede considerarse, que en el gobierno federal electo y en las fórmulas opositoras en 2006, aparecieron figuras con perfiles creativos.

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Prieto y Díaz Mirón

Prieto y Díaz Mirón pertenecen a una generaciones distintas de notables intelectuales. Prieto transita por un prolongado periodo que abarca los primeros años de vida independiente en México hasta el porfirismo; se le ubica entre los integrantes de la Academia de San Juan de Letrán y al igual que ellos abarca múltiples labores dentro de la administración pública, periodismo y literatura. Díaz Mirón se encuentra entre los represtentantes más importantes del modernismo no sólo mexicano sino hispanoamericano. Aunque se formó dentro del liberalismo no desdeñó el porfirismo al grado de ser nombrado el poeta oficial en las Fiestas del Centenario.
Por otro lado, si bien Guillermo Prieto en sus cuadros costumbristas, articulos periodísticos y, particularmente, en sus célebres Memorias de mis tiempos se presenta como un hombre curioso, vivaz, de personalidad singular con tintes dickensianos, Díaz Mirón, influido primero por Byron y segundo por Baudelaire, se asume como un sustentador de los ideales y estética romántica sin dejar de lado la influencia parnasiana.

Gracias bandala, por la

Gracias bandala, por la interesante precisión.

Lo que me parece más notable de este par, es que estando en posiciones políticas no filiadas en apariencia, gozaban de bastante popularidad y aceptación; en los últimos años del siglo sus nombres desfilaron por los titulares de diarios independientes, libertarios y conservadores.

Esa aceptapción es justo la que me llama la atención. Una suerte de inmunidad política a partir de su reconocida figura de creadores.

La única forma que creo que se podría dar cosa similar en estos tiempos, es a través de la figura de un cantautor bienamado/a por la sociedad (única forma en que a muchos les entra la "poesía de baja intensidad").

Sería algo como "Sin bandera" o "Cristina Aguilera" en los gabinetes de sus paises; "Toño Aguilar" o los de "Intocable"...